Es
curioso, pero hoy más que nunca es difícil establecer una relación amorosa con
alguien, independientemente de la preferencia sexual. Lo que pasa es que no
solamente nos conformamos en amar y ser amados, sino vemos a futuro, la
estabilidad emocional, económica, personal en sí, además también intervienen en
nuestra decisión de ser pareja de alguien es la opinión de los que nos rodean,
aunque el motivo no es el mismo de antes – el clasismo – sino la personalidad,
la escolaridad, el ímpetu a la vida. Ahora imagínense qué difícil es establecer
una relación formal sentimental de 3, de 4 o más.
Va a
sonar tonto lo que les voy a decir, pero cuando mi la telenovela “Dos Mujeres
Un Camino” en años 90 se me hizo imposible, ilógico, irracional, absurdo, que
una misma persona pudiera enamorarse, honestamente (consigo mismo) de dos
mujeres al mismo tiempo. ¿Estoy viendo una historia de ciencia ficción, una
realidad alterna o por qué lo relatan a nivel nacional y en televisión abierta
para la “familia mexicana”?
Sin embargo,
a lo largo de los últimos diez años he sabido de casos de éxito de poliamor,
muy pocos en realidad, tanto en nuestro país como alrededor del mundo.
Situaciones que hacen pensar, ¿Quiénes conforman estos casos pasaron por lo
mismo que Carla, Bruno y Rai (protagonistas de El Sexo de los Ángeles)? Insisto,
si el conquistar, establecer y consolidar una relación con una sola persona es
difícil y complejo, entre tres es prácticamente imposible.
Les
cuento un poco de la cinta dirigida por Xavier Villaverde:
Carla
(Astrid Berges-Frisbey) y Bruno (Llorenç González) son una pareja muy feliz,
tranquila, estable, que se conocen desde niños, ahora adultos viven juntos y se
aman mucho, tienen planes de vida, se apoyan en todas sus locuras, en sus
proyectos individuales, se acompañan en los problemas, son confidentes, todo se
cuentan, confían mutuamente. Son una pareja como cualquiera, pero como pocas.
A partir
de un incidente, Bruno conoce a Rai (Álvaro Cervantes), entablan una padrísima
amistad, se acompañan a sus actividades, se cuentan su día a día, se apoyan,
hay aprecio mutuo, una amistad como pocas. Carla ve que su novio está muy
contento con su nueva amistad y se alegra por ello, es más salen a divertirse
los tres, como un grupo de amigos unidos. Pero a Carla se le acaba el mundo al
descubrir que lo que tienen Bruno y Rai es más que una amistad.
Bruno es
honesto, a ella la ama con todo su corazón, a Rai le tiene un cariño peculiar,
especial, no quiere perder a ninguno de los dos. Carla lo acepta finalmente
porque en realidad Bruno dice la verdad, él la sigue amando y lo demuestra;
Carla permite que Bruno tenga una relación (o lo que sea que tenga) con Rai,
con sus condiciones: no invitarlo a ningún lado con ellos, no llevarlo a su
casa, comunicarse sus tiempos para que a Carla le dé su lugar. Así lo aceptaron
los tres. Bruno novio de los dos.
Rai, por
su parte, se sabe a sí mismo que es una persona demasiado abierta, puede tener
una relación sentimental con quien sea, hombre, mujer, pero sólo de un rato,
cuando se aburre los bota como algo desechable. El problema está que por
primera vez con Bruno siente algo totalmente diferente a lo de todas las
personas con las que ha estado, siente en verdad que es la persona indicada
para compartir una vida, o lo que tenga que durar, lo cuida, lo procura, lo
protege, lo quiere, lo acepta tal cual es su historia, es más, hasta alienta a
Bruno para seguir manteniendo el amor hacia Carla, porque ante todo Rai no
pretende romper ninguna relación y en segundo lugar velar por la felicidad de
su “amigo”. Claro que Rai trata de acercarse a Carla para por lo menos llevar
algo cordial, sin peleas, sin molestias de por medio.
Carla,
que de hecho es la persona que resultó ser la engañada, traicionada, es
renuente ante toda esta situación, pero acepta a Bruno porque lo ama, quiere
estar con él, quiere que no la deje de amar, quiere seguir fortaleciendo su
noviazgo. Aunque por circunstancias de la vida ella se da la oportunidad de
tratar a Rai poco a poquito, a cuenta gotas. Rai es un ser honesto para todas
las personas que se acercan a él, es decir, no es pretencioso, no es hipócrita,
entonces lo que vio Carla en él es un ser “buena onda”, ¡vamos! No es el
monstruo “quitamaridos” que se imaginaba. ¿Qué sucedió? Efectivamente lo que se
imaginan, se enamoraron, e iniciaron una relación, lamentablemente a espaldas
de Bruno.
Dense
cuenta que el ser humano, como un ente individual es demasiado complejo en su
actuar, pensar y en la toma de decisiones para sí mismos, ahora apliquen eso en la interacción con otras
personas, si no salen las cosas como uno lo imagina, o lo planea con respecto
al poliamor, obviamente nos va a doler en el alma, porque seguramente nos
remorderá la conciencia, o nos sentiremos culpables, creeremos que somos
infieles, la comunicación y la confianza para comunicar cualquier asunto no era
tan sólida como lo creíamos, en fin los sentimientos empiezan a revolverse
corriendo el riesgo que la relación con la pareja base se resquebraje.
¡Qué
complicaciones! Es así como Rai, Carla y Bruno se quedan sumergidos en un océano
de sentimientos, emociones y miedos, sin saber cómo aclarar o dilucidar lo que
desean para ellos mismos y para los tres. Empiezan las preguntas como ¿la
felicidad está con ellos dos? ¿Es ilusión lo que tengo con uno? ¿Estoy cubriendo
con uno la falta de algo con el otro? ¿Sí estoy enamorado totalmente de ambos?
¿El
poliamor es un pretexto para tener sexo libremente con quien sea con el permiso
de la pareja? ¿Existe la posibilidad de enamorarse de más de 1 persona? Ustedes
¿qué opinan?
Si
quieres ver la película en línea, da clic en el pie de foto de la siguiente imagen.
*Una vez
dentro del sitio, deberás darle clic en “play” dos o tres veces para que pueda
reproducir.
EL SEXO
DE LOS ÁNGELES
Director:
Xavier Villaverde
Escritores:
Ana Maroto, Xavier Villaverde
Con: Astrid
Berges-Frisbey, Llorenç González, Álvaro Cervantes
ANCINE,
AUDIOVISUAL AVAL SGR, AGADIC
España –
Brasil
105
min., 2012
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