Tres
Formas de Amar (1994) es una cinta sobre el poliamor cuando el concepto en sí
no se analizaba, ni se popularizaba, ni se establecía, sin embargo, ya se
practicaba en varias vertientes, de manera clandestina. Si de por sí la
homosexualidad todavía se satanizaba, imagínense hablar de tres personas que
deciden relacionarse sentimentalmente entre sí y de manera consensuada.
Permítanme
platicarles la razón por la cual inicio esta serie de reseñas sobre el poliamor
en el cine con Tres Formas de Amar del director (Andrew Flemming). En mi
pubertad algo extraño pasaba en mi ser al momento de ver a ciertos hombres en
la vida diaria, como compañeros de escuela, profesores, o desconocidos; o en la
televisión, como artistas en películas o programas. Era una fuerza que
capturaba mi total atención que se apoderó de mi cuerpo, que casualmente
iniciaba en mis genitales y recorría todo el cuerpo, siempre que veía a algunos
hombres, excepto con las mujeres, ¿por qué? La razón la supe muchos años
después.
Lo
recuerdo bien como si hubiera sido la semana pasada, aunque han pasado cerca de
25 años. Iba en el CCH en el turno 03, (cuando había 4 turnos), entraba a las
14 horas, por tanto, podía darme el lujo de dormirme tarde los domingos. Era
más de las 11 de la noche, toda la familia se había ido a dormir, yo ya estaba
a punto de hacer lo propio, pero antes de hacerlo le di zapping a la televisión de perilla (costumbre muy arraigada en mi
familia). Hasta que algo me llamo la atención, el ver a tres universitarios
jugueteando, platicando, conviviendo en la misma cama, toqueteándose, bañándose
juntos, me hipnotizó, ahí me quedé, no me fui a dormir.
El hecho
de ver a dos hombres y una mujer muy cercanos hizo que palpitara mi corazón a
mil por hora, pero la escena es demasiado básica, no tiene nada trascendental,
era tres amigos como lo hay en el mundo, comunes y corrientes, platicando muy
amistosamente en un rato de ocio, aun así, algo extraño vi entre líneas que
hizo que me quedara inmóvil frente al televisor.
Poco a
poco fui entendiendo que Alex (Lara Flynn Boyle) se sentía atraída primero emocionalmente,
posteriormente sexualmente por Eddy (Josh Charles), éste a su vez se hizo muy
buen amigo de Stuart (Stephen Baldwin) amistad tan grande que ese sentimiento
pasó a otro nivel, a tal grado que Eddy se sentía más cómodo con Stuart que con
Alex; en cambio, Stuart desde un principio dejó en claro que lo que quería era “tirarse”
a Alex.
Así
pues, los tres decidieron establecer ser un triángulo de amigos únicamente, sí aceptaron
sentirse atraídos entre sí, pero estipularon que entre ellos no habría nada más
que amistad abierta, sincera, sin tabúes.
Eso fue
lo que hizo que me quedara a verla, porque la película se presta a la obviedad,
era lógico que esa triada de amigos sobre pasarían a sus deseos, yo quería
verlos besarse, quería verlos desnudos, abrazarse, dormir juntos en la misma
cama y ver en qué dinámica se transformarían al hacer esto. Dicho y hecho.
Como
todo adolescente “calenturiento”, más que otra situación, ardía en deseos ver a
los hombres desnudos, a los hombres besarse entre ellos, tocarse, desearse, que
creciera una tensión sexual entre ellos, el que incluyeran a la chica para mí
sería secundario.
La
película no es erótica, ni cachonda, ni depravada, más bien es una de tantas
comedias románticas dotada de todos los convencionalismos del género, con un
intento de romper con los esquemas morales del público comercial. Tres Formas
de Amar es sobre un triángulo amoroso entre tres personajes que a decir verdad
carecen de la profundidad que todo ser humano tenemos, con todos esos recovecos
que nos hacen ser perfección de la imperfección; por tanto, queda en una cinta superficial.
A decir verdad, prefiero a Josh Charles (Eddy) como Will Gardner en The Good
Wife, o como el excéntrico dueño de los Redskins en la serie de Netflix “Kimmy
Schmidt” quien de los tres es el que más ha destacado y eso por esta serie,
tanto como Baldwin como Flynn han permanecido en los medios, pero sus trabajos
no los han hecho vigentes, ni populares.
Hoy, que
hago acto de reflexión sobre Tres Formas de Amar me percato de la visión pobre
que puede tener un adolescente que piensa con su cabeza y no precisamente la
que lleva sobre los hombros. En su momento tampoco creí que fuera una buena
película, es más, jamás me lo cuestioné. Si me lo preguntan, esta cinta la
tengo en estima por el simple hecho de haber sido la película con la que me
enfrenté por primera vez con el tema gay “tan abiertamente” en los medios de
comunicación. Veinte años después al saber que existe el poliamor e informarme
sobre el tema, le tengo aún más estima puesto que de pasada y desconociéndolo
también tuve acercamiento con el amor entre más de dos personas; pensé que era
una depravación o fantasía de los tres personajes… ¡Pero qué rica depravación!
¡Qué deliciosa fantasía! (Pensamientos de un niño de 15 años).
Dando clic en la siguiente liga podrás ver la película.
TRES FORMAS DE AMAR
(Threesome)
Director y escritor: Andrew Flemmimg
Actúan: Lara Flynn Boyle, Josh Charles y Stephen Baldwin
Produce: Tristar Pictures
Estados Unidos, 1994
89 min.
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