Lo
prohibido ¿según quién?
Las
normas, convenciones sociales, las creencias religiosas, a través en las
distintas culturas de alrededor del mundo han establecido temas prohibidos en la
práctica, la conducta o las preferencias de los seres humanos, ya que van en
contraposición de los valores morales, las leyes religiosas o la filosofía
política que se aplican en determinado lugar; por ejemplo, los temas tabú junto
con sus ramificaciones por mucho tiempo, en México fueron: la prostitución, el sexo
y la sexualidad, la homosexualidad, el aborto, la eutanasia, entre otros. No
hace falta decir cuánto daño se ha causado por inculcarnos que está mal o es
pecado el sólo hecho de pronunciar o pensar en estas palabras, mínimo, ya ni
les digo todo lo que conlleva el limitar el análisis y la práctica de estos. En
cambio, hoy hasta se debate al respecto en la sociedad en general.
Sin
embargo, a partir de la apertura de estos tópicos, se han desprendido conceptos
que a la mente común se nos hace raros, extraños, tal vez aberrantes,
intocables, prohibidos, en materia de las relaciones amatorias: practicar el
vampirismo con tu pareja, practicar la trieja o triada con tu pareja o
practicar el “swingerismo” con tu pareja. Son tabú porque también transgreden a
los principios morales referentes a la monogamia aprendidos desde el nacimiento
prácticamente, por tanto, para lo que algunos es libertad plena de ser, pensar,
amar y sentir, para otros esto es denigrante, simplemente porque son prácticas
ajenas a su historia de vida. Pero el que nos compete en esta ocasión es la trieja.
El
programa Tabú del canal Nat Geo en su tema “Amores Extremos”, nos muestra que en
México, Diana Neri, Sergio Navarrete e Israel Lugo son un claro ejemplo de un
conjunto de personas que traspasan los límites del amor al conformar una
relación sentimental muy distinta a lo convencional; estas tres personas son de
las pocas que están convencidas que sí existe la opción de que tres o más
personas se complementen emocional y sexualmente entonces sí, es decir, el
poliamor.
Hay
distintas formas de amar dentro del poliamor, una de ellas es la trieja o
triada, una relación sentimental, consensuada, aceptada, asimilada, entre las
tres personas involucradas, una relación donde cada uno está atraído y está
enamorado de los otros dos. ¿Esto es posible? Según lo que comenta la psicóloga
Nancy Martínez, el cuerpo humano está preparado biológicamente para vivir en
trieja ya que los neurotransmisores están listos para activarse con una o más
personas, por tanto, se puede desarrollar atracción afectiva con más de una
persona, esto da pie que no se tome importancia o preferencia por uno u otro
sexo, por tanto, se puede generar la bisexualidad en una relación de tres,
hablando de casos específicos de relaciones que estén involucrados mujeres y
hombres, como Diana, Sergio e Israel.
Si el
conseguir y luego consolidar una relación monógama es difícil y complejo para
algunos, ahora imagínense lograr empatar tres caracteres, tres seres, tres
pensamientos, tres corazones, tres sexos. Para que esto pueda funcionar,
tenemos entonces un concepto que no debe de perderse de vista: “compersión”. Según
la revista “Squire” en su edición colombiana, menciona que “compersión” es un
concepto creado por las personas que practican el poliamor y se refiere a lo
opuesto de los celos, es decir, engloba todas las lindas emociones que se
siente al ver que su pareja tiene lindos sentimientos o emociones por un
tercero. O, en otras palabras, una persona que tiene empatía o felicidad porque
su pareja tiene felicidad por otra persona se dice que es alguien “compersionista”.
La
compersión se puede ir confirmando dentro del proceso de la conformación de la
trieja o también llamada triada, en cuya transición se vislumbra como la de
cualquier relación convencional: conocerse, la química, la empatía, el trato,
la adaptación, el crecimiento, la consolidación. Diana y Sergio después de 8
años de feliz matrimonio, en alguna reunión de amigos conocieron a Israel, en
aquella ocasión se cayeron los tres muy bien, hubo cierta química sobre todo
emocional e intelectual, aunque Israel al conocerlos se sintió atraídos por
ambos físicamente y en su personalidad. El trato entre los tres llegó un punto en
el cual a Sergio se le notaba muchísimo la compatibilidad y felicidad hacia
Israel, Diana al notar esto, no se molestó, no sintió celos, sino también se
sintió contenta por ver a su pareja plena. Es así como se frecuentaron y al
cabo de los meses tuvieron su primer acercamiento amoroso y sexual.
A partir
de este momento inician la transición difícil para los tres. Y es que en este
reportaje tipo documental de Nat Geo se deja en claro que una trieja no es un
trío, ya que éste se refiere meramente al acto sexual entre tres personas sin
inmiscuir sentimiento alguno, y se establece para tener encuentros esporádicos
entre tres conocidos, entre una pareja y un invitado o simplemente entre tres
personas ajenas entre sí; una triada o trieja es una relación sentimental,
profunda, intelectual, amorosa, sexual entre tres personas, y esto suena tan
fácil como el abrir los ojos por la mañana y ciertamente no lo es.
Durante
la conformación de una relación poliamorosa, sea triada o un grupo más amplio, se
sufren distintos puntos que tanto Diana, como Sergio e Israel vivieron y es
inherente a todo esto. En este proceso vivieron celos porque tal vez prestará
atención más a uno que otro; miedo a que deje a uno por el otro, inseguridad
porque físicamente le deje de gustar y le atraiga más el otro, adaptación en los
tres caracteres, dudas sobre si estarán haciendo lo correcto, sentido de la
competencia ya que puede ser incomodo el sentirse menos o superior que alguno
de ellos; sentido de la propiedad, le costó trabajo el entender que no son
propiedad de nadie, el respeto a la libertad es indispensable; general seguridad
y confianza en sí mismo para sentirse amado por dos personas y corresponderles
a ambos; y por último en lo sexual, permitirse sentir emociones el doble de
intensas, es decir, las relaciones sexuales pueden ser enriquecedoras si se
quitan tabús y dejar fluir sus emociones.
Esta
trieja nos comparte su experiencia que a ellos sí les ha funcionado su
dinámica, cuesta mucho trabajo acoplarse a una forma de amar a la que no están
acostumbrados ni a ver en alguien más, ni a experimentar, de ahí sus miedos,
inseguridades y dudas, sin embargo, ese sentimiento y emoción que tienen unos
por los otros los fortalece, les va dando seguridad para motivarlos a ir
entretejiendo una vida plena, llena de amor, apoyo, comprensión con sus toques
de perversión. El poliamor se ha convertido en una opción más de interacción
humana, es una expresión más de la unión entre los sentimientos y la atracción
física, en donde muy pocos han encontrado la felicidad plena, y aun así el
poliamor sigue siendo tabú.
Puedes ver el capítulo de Nat Geo, clic en:
TABÚ: AMOR EXTREMO
Programa de televisión.
Segmento: Trieja
Canal: NAT GEO
Produce: National Geographic
Estados Unidos, 2016
44 min.
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