El único que tiene derecho a
sacarte del clóset eres tú mismo. A diferencia de décadas pasadas, el clóset
del siglo XXI es sumamente distinto. Por la apertura de pensamiento actual y
con ello la aceptación de formas de ser que se está generando (aunque sea paulatinamente)
en el occidente, los adolescentes ya no le están temiendo a salir del clóset
por el rechazo social, al contrario, cada vez más están saliendo del clóset hasta
encontrar el momento adecuado, mágico, especial, triunfal.
Yo Soy Simon, del director Greg
Berlanti, está plagado de elementos de las nuevas generaciones, los famosos
millenials y generación Z como el elenco famoso entre ellos: Nick Robinson
(Simon) que coprotagonizó “Jurassic World” (2015); Katherine LangFord, Hannah
de “13 Reasons Why”; Keiynan Lonsdale, Kid Flash en la serie “Flash”; Miles
Heizer, Alex de “13 Reasons Why”; Alexandra Shipp, Tormenta en “X Men:
Apocalipsis”; Mackenzie Lintz, Norrie en “Bajo el Domo”. Personajes todos
juveniles en distintas películas o series, que fácil pueden recordar los
adolescentes.
Otro elemento: en la secundaria donde
se desarrolla la historia, prácticamente todos los alumnos están sumidos en sus
gadgets, tablets y celulares, caminan viendo sus celulares, platican viendo sus
dispositivos y cuando se llaman es a través de las video llamadas, en la
historia, la red social del colegio forma parte trascendental porque todos los alumnos
están conectados ahí, y si alguien publica algo, absolutamente todos se
enteran, ya no hay secretos en este mundo, cualquiera puede publicar cualquier
asunto, desde un chisme hasta un sentir emocional, y por tanto, cualquier cosa
lo ven con naturalidad.
Simon es un muchacho de 17 años es
un chico como tú: hijo de padres amorosos, trabajadores, que apoyan en todo a
sus hijos, unidos, su madre (Jennifer Garner) era la chica sexy de la
preparatoria que se casó con el coreback y chico popular de la prepa (Josh
Duhamel); Simon es buen estudiante, popular en la escuela, y pertenece a un
grupo de cuatro amigos muy unidos, que se quieren y se estiman como hermanos. Él
es Simon, un chico como tú, más común que cualquier otro, excepto que tiene un
súper secreto: es gay.
El punto de esta cinta no es la
crisis que puede acarrear el hecho de ser gay, porque como lo dice Simon en
alguna parte de la historia “soy gay y no tengo problema con ello, y nadie lo tiene
y no tienes porque tenerlo tú también”, sino más bien el punto de la película
es que los adolescentes, por naturaleza, se siguen complicando la existencia al
no enfrentar y asumir responsabilidades, trayendo complicaciones a sus seres
cercanos, que no tienen nadie por qué atravesarlos. Es una cinta de procesos,
es decir, el proceso del primer amor y el proceso de obtener valor para atreverse
a decir “aquí estoy” pero que con los riesgos, todo aterrizado en el proceso de mantener y valorar la amistad incondicional.
La película en sí ralla en lo cursi y en lo soso, en lo simple o en la falta de emoción, entiendo que este es el punto de esta historia, es decir, es un ejemplo de lo que está sucediendo en la actualidad entre los jóvenes, sus actitudes, aptitudes y la visión que tienen de la vida, la forma de afrontar problemas, o el nivel de urgencia que le ponen a sus prioridades. Si se fijan, entonces, el tema de la salida del clóset, de la vergüenza que se pudiera sentir, el miedo al rechazo, entre otros derrumbes emocionales, ya no son temas que les preocupen a los gays jóvenes de hoy. Pareciera que no, pero esto sí es un tema a analizar, porque inclusive hay un capítulo de la nueva temporada de Will & Grace (2017), donde abordan la comparación del homosexual en los 80 sel siglo XX con el homosexual de los años 10's del siglo XXI, y bien lo dice Will en este capítulo "qué aburrido los gay de hoy, antes teníamos que lidiar con nuestros padres y el miedo de decirles que somos homosexuales y ustedes ya los aceptan así como así...(sic)".
La forma en cómo está narrada esta película me deja un lindo sabor de boca, ya que no es el tratamiento dramático que generalmente le dan a esta temática, la salida del clóset, sino más bien, por fin, comercialmente hablando es una película que la puedo catalogar como total y absolutamente FAMILIAR, la puede ver la gente de 8 años en adelante, en compañía de sus padres, amigos, primos, vecino y demás familiares, porque es de las pocas cintas, insisto, comerciales, que le dan a la homosexualidad un tratamiento claramente natural, como el respirar, o habitual como dar “los buenos días”; absolutamente blanco, absolutamente rosa, sin el morbo del beso entre gente del mismo sexo, o el morbo de lo oculto, lo prohibido, ya que lo único prohibido aquí es el no hablar.
La forma en cómo está narrada esta película me deja un lindo sabor de boca, ya que no es el tratamiento dramático que generalmente le dan a esta temática, la salida del clóset, sino más bien, por fin, comercialmente hablando es una película que la puedo catalogar como total y absolutamente FAMILIAR, la puede ver la gente de 8 años en adelante, en compañía de sus padres, amigos, primos, vecino y demás familiares, porque es de las pocas cintas, insisto, comerciales, que le dan a la homosexualidad un tratamiento claramente natural, como el respirar, o habitual como dar “los buenos días”; absolutamente blanco, absolutamente rosa, sin el morbo del beso entre gente del mismo sexo, o el morbo de lo oculto, lo prohibido, ya que lo único prohibido aquí es el no hablar.
Mira el tráiler aquí:
YO SOY SIMON
LOVE, SIMON
Dirige: Greg Berlanti
Escribe: Elizabeth Berger, Isaac
Aptaker, basado en la novela “Simon vs Homo Sapiens Agenda” de Becky Albertalli
Con: Nick Robinson, Katherine
Langford, Alexandra Shipp
Produce: Fox 2000 Pictures, New Leaf
Literary & Media, Temple Hill
En ingles
Estados Unidos, 2018
110 min.